14. LA GUERRA SUCIA CONTRA LA TAUROMAQUIA. ACOSO, BOICOT Y PERSECUCIÓN



En efecto. Una auténtica guerra sucia es la que está llevando a cabo la corriente animalista-antitaurina desde hace unos años contra la tauromaquia, aprovechándose mezquinamente de la sensibilidad y el amor a los animales natural en cualquier persona (por supuesto, también presente en los aficionados taurinos). Dejando al margen los actos violentos y vandálicos reseñados en el apartado 9, la principal arma de estos colectivos ha sido la distorsión y manipulación de la imagen del espectáculo taurino, junto con la proyección social de todo un entramado de tópicos, mentiras y falsedades (ver apartados 10, 11, 12 y 13). No vamos a incidir más en ello, pero conviene tenerlo presente para comprender en profundidad todo lo que sigue.  

Una vez que estos colectivos han conseguido engañar, adoctrinar y manipular a parte de la opinión pública, comienza un proceso de persecución social. Persecución a todo aquello que tenga algo que ver con la tauromaquia, o que conlleve una referencia al mundo taurino, por pequeña que sea. Para ello, además se han servido de la ayuda del lobby antitaurino internacional, un potente grupo de presión integrado por asociaciones animalistas internacionales que inyectan miles de euros anuales para financiar la lucha contra la tauromaquia en todo el mundo, y para cuyos fines disponen de trabajadores a tiempo completo. Este oscuro entramado se ha ido desvelando progresivamente, pero de ello se hablará en el apartado 15. Ahora bien, ¿en qué consiste esta guerra sucia? Se desarrolla en múltiples frentes. 

El movimiento antitaurino ha conseguido que sus manifestaciones tengan una relevancia en los medios de comunicación muy superior a su incidencia real. Cualquiera que se haya acercado a una plaza de toros sabe que, normalmente, en las manifestaciones antitaurinas no suele haber más de 15, 20 ó 30 personas. Sin embargo, salen en todos los periódicos y telediarios, con frecuencia abriendo portadas y titulares. Y basta comparar algunas imágenes para observar que muchos de los manifestantes suelen ser los mismos en diferentes ciudades y convocatorias. Incluso, algunos de ellos son caras frecuentes en protestas de otra índole: pro-aborto, anti-globalización, anti-sistemas… Se sabe ciertamente que en muchos casos se trata de gente cuyo trabajo es precisamente realizar todo tipo de manifestaciones, cobrando por ello un dinero por parte de los grupos de presión. Es decir, son profesionales de la protesta.
Imágenes tomadas de www.chesusyuste.wordpress.com y www.canarias7.es

Y en este sentido, también da mucho que pensar el hecho de que muchas televisiones les presten tanta atención y presenten la información siempre a favor de estos colectivos. Sobre todo, cuando dentro de la plaza frente a la cual se manifiestan puede haber perfectamente 10 ó 15 mil aficionados taurinos. Es decir, que el número de asistentes a la corrida puede ser hasta 500 veces mayor que el número de activistas que se manifiestan fuera de la plaza. Sin embargo, la noticia, por lo general, no son las 15 mil personas de dentro de la plaza, ni siquiera lo que en ella ocurra; sino los 30 activistas que se manifiestan fuera. 


La manipulación de algunos medios en relación con este tema es verdaderamente abominable. El 15 de Febrero de 2015 se realizó una gran manifestación taurina en Castellón, como reacción ante los continuos ataques provocados por el movimiento animalista. Más de 10.000 personas se echaron a la calle, que junto con las 6 ó 7 mil que permanecían dentro de la plaza, formaron una auténtica marea humana en defensa de la tauromaquia. Fue una jornada histórica y, por supuesto, de un pacifismo y civismo ejemplar. Eso sí, salvando el típico grupo de 15 ó 20 antitaurinos que, como de costumbre, se dedicaron a insultar, provocar e intentar agredir. 
GRAN MANIFESTACIÓN A FAVOR DE LA TAUROMAQUIA EN CASTELLÓN. Imagen tomada de www.elperiodicomediterraneo.com


Pues bien, para algunos medios (concretamente para La Sexta TV), la relevancia de la noticia no estuvo en la masiva movilización pro-taurina, sino precisamente en el grupito de antitaurinos que acudió por allí, y en la supuesta “tensión” entre ambos sectores. No cabe mayor cinismo. No se puede ser peor periodista, ni peor profesional. Por cierto, bastaba ver las imágenes para comprobar que dicha “tensión” se produjo, en todo caso, entre los vándalos antitaurinos y la policía. Pero para ciertos medios, los violentos son sistemáticamente los aficionados taurinos; y los pacíficos, los activistas animalistas. Nos remitimos de nuevo al apartado 9 de este blog… 
Imagen de www.elperiodicomediterraneo.com

Imagen de www.tauroweb.es

Imagen de www.ccaa.elpais.com



Da la impresión de que ciertos medios de comunicación estén totalmente vendidos a estos montajes animalistas. Puestos a conjeturar, quién sabe si los colectivos antitaurinos no dedican a ello buena parte del dinero que reciben del lobby internacional… 

Un caso que da que pensar: el 6 de diciembre de 2015, un grupo de estos activistas intentaron impedir la celebración del toro embolao en Arañuel (Castellón). Ante la firmeza del dispositivo policial organizado en el pueblo para salvar el festejo, estos 35 antitaurinos decidieron en aquel momento marcharse desde allí hasta Olocau del Rey, un pequeño pueblo cercano donde también se celebraba un festejo similar aquel mismo día. Evidentemente, la llegada de los activistas a este pueblo tuvo lugar por sorpresa, de forma improvisada. Ni siquiera la guardia civil pudo evitar el altercado, ya que no había existido convocatoria de la manifestación. Sin embargo –ya es casualidad…- andaba por allí un cámara de La Sexta TV, que grabó los sucesos para que su cadena diera cobertura de la noticia. ¿Qué demonios hacía allí el cámara de La Sexta cuando ni siquiera las autoridades habían tenido conocimiento de que se iba producir aquella protesta improvisada e ilegal? ¿No es mucha coincidencia encontrarle en un pueblo de 135 habitantes precisamente aquel día, y con su cámara preparada…? ¿O será que los colectivos manifestantes llevan siempre a un cámara de ciertas televisiones…? Cada cual que saque sus propias conclusiones. No hay que ser muy avispado para intuir la maniobra. Porque también es casualidad que La Sexta TV siempre cubra todas las protestas de estos colectivos. Y que además, para esta cadena, los animalistas siempre sean los pacíficos y los buenos de la película. 
Imagen de www.elperiodicomediterraneo.com

Por cierto, estos 35 manifestantes fueron condenados con multas individuales de 6.000 euros, por impedir la celebración de un festejo legal. Una de las pocas veces en que por fin se ha hecho justicia y no se ha caído en la impunidad. Eso sí, después ha habido “políticos” que los han defendido públicamente, posicionándose del lado de la ilegalidad y calificando como “franquista” a la subdelegación de gobierno que impuso la multa. Parece mentira que haya políticos que confundan la libertad de expresión con el vandalismo.  

Pero esta guerra sucia contra la tauromaquia no se basa sólo en la “compra” o manipulación de los medios de comunicación. Los colectivos animalistas llevan mucho tiempo ejerciendo presión sobre los mismos para eliminar cualquier programa de TV o radio de contenido taurino. Y no sólo mediante el bombardeo continuo con cartas de protesta a las editoriales de los medios. También a través de presiones sobre las empresas o sectores anunciantes en dichos programas. Y mediante la presión a los políticos para que eliminen o prohíban los programas taurinos de los medios de comunicación. Podemos observar cómo, en los últimos años, la mayoría de las cadenas -ya sean públicas, privadas, nacionales o autonómicas- han ido reduciendo los programas y contenidos taurinos. Lo que se dice, una auténtica persecución. 

Hasta hace pocos años, la emisión en directo de corridas de toros en abierto era algo habitual en todas las cadenas de televisión. Y no se cuestionaba socialmente; al igual que no se cuestiona el fútbol o la Fórmula 1. Ni a nadie se le ocurría aducir que esto pudiera ser perjudicial para los niños -patraña ya desmontada en el apartado 11-. Sin embargo, tras varios años de ausencia, la vuelta de las corridas a TVE en 2013, 2014 y 2015 provocó oleadas de protestas en las redes sociales y en las redacciones de televisión por parte de los ignorantes y cansinos animalistas, esgrimiendo los mismos tópicos de siempre. Sin embargo, es un hecho objetivo que los datos de audiencia de TVE se dispararon con la emisión de estas corridas. Como es un hecho objetivo que en nuestro país hay millones de aficionados a los toros que pagan sus impuestos y que tienen todo el derecho del mundo a que la televisión pública emita contenidos taurinos y corridas de toros. 
Imágenes tomadas de www.laeconomiadeltoro.wordpress.com y www.elmundo.es


Al igual que ocurre con cualquier otra manifestación cultural, la presencia de la tauromaquia en los medios de comunicación es imprescindible para garantizar su difusión, su continuidad y su transmisión a las nuevas generaciones. Lo mismo ocurre con el fútbol, el baloncesto, las motos o la Fórmula 1. Suele decirse que hoy día, todo lo que no sale en televisión o en internet, no existe. Por eso, los movimientos animalistas-antitaurinos ponen tanto empeño en hacer desaparecer la tauromaquia de los medios de comunicación. Evidentemente, esta sería la manera más eficaz de “destaurinizar” a la sociedad. Es decir, de eliminar el apoyo social del pueblo hacia el arte taurino y de impedir su transmisión a las generaciones venideras. 

El tópico, lanzado a los 4 vientos por estos colectivos, de que la tauromaquia es un espectáculo en decadencia, o incluso herido de muerte, es rápidamente desmontable acudiendo a cifras objetivas (ver apartado 13). Por cierto, basta tirar de hemeroteca para comprobar que hace 50, 80, 100 ó 120 años también se hablaba de la supuesta decadencia del arte taurino. No obstante, si llega un día en el que efectivamente se haga palpable esa decadencia, los grandes culpables de ello serán precisamente los colectivos antitaurinos que están llevando a cabo esta persecución social y esta guerra sucia tan infame. Aunque, bien es cierto que a ello habría que añadir otras circunstancias taurinas internas que no son objeto de este blog: la bajada de la casta, la endogamia del sector, las presiones y condiciones impuestas por las figuras del toreo, etc. Pero lo cierto es que, a pesar de la beligerancia de estos colectivos y de los continuos ataques, las cifras parecen indicar que este espectáculo goza aún de buena salud. Evidentemente, la tauromaquia está siempre sujeta a los vaivenes de la economía, al igual que cualquier otro sector. Pero las corridas de toros siguen siendo el 2º espectáculo de masas en este país, generando un dineral a las arcas del estado.
TOMADO DEL ESTUDIO "LOS VALORES ECONÓMICOS DE LA TAUROMAQUIA", DEL DOCTOR EN ECONOMÍA JUAN MEDINA. www.toroslidia.com

TOMADO DEL ESTUDIO "LOS VALORES ECONÓMICOS DE LA TAUROMAQUIA", DEL DOCTOR EN ECONOMÍA JUAN MEDINA. www.toroslidia.com

TOMADO DE @TAURONOMICS. PERTENECIENTE AL LIBRO "TAURONOMICS: ECONOMÍA Y ACTIVISMO TAURINO" DEL DOCTOR EN ECONOMÍA JUAN MEDINA

TOMADO DE @TAURONOMICS. PERTENECIENTE AL LIBRO "TAURONOMICS: ECONOMÍA Y ACTIVISMO TAURINO" DEL DOCTOR EN ECONOMÍA JUAN MEDINA


Otro de los frentes de esta guerra sucia es el continuo acoso por parte de los antitaurinos a las empresas u organizaciones que den apoyo a festejos taurinos, que se anuncien o publiciten en medios taurinos, que organicen o colaboren con cualquier evento o actividad relacionada con la tauromaquia, etc. Un ejemplo reciente. A finales de 2015, Eroski realizó entre sus clientes un sorteo de entradas para los toros. El acoso antitaurino fue tan brutal que esta empresa cedió a sus presiones, pidiendo disculpas en las redes sociales “por haber herido la sensibilidad de muchas personas”. ¿Pedir disculpas por sortear entradas a una corrida de toros? ¿Es que los productos de los sorteos son siempre del gusto de todos los clientes? Absolutamente demencial. Y una falta de respeto a los millones de aficionados taurinos que habitan este país. Si el mundo del toro fuera igual de mezquino, movilizaría a sus millones de aficionados para no comprar ningún producto de marcas o supermercados relacionados con la corriente animalista. En Enero de 2016, la compañía de seguros MAPFRE eliminó de su manual el patrocinio taurino, cediendo igualmente a las presiones del lobby animalista tras muchos años de apoyar al mundo del toro. Una guerra sucia y un acoso constante. 

Imagen tomada de www.purezayemocion.com


Anualmente se organizan gran cantidad de festivales taurinos benéficos, cuyos fondos van destinados a todo tipo de organizaciones con fines humanitarios: asociaciones contra el cáncer, asociaciones de discapacitados, etc. Pues bien, resulta increíble la gran cantidad de críticas que los colectivos animalistas vierten hacia estas asociaciones por aceptar un dinero que proviene de la tauromaquia. Incalificable. No tienen escrúpulos. Les da igual que sea un dinero destinado a obras benéficas. Para ellos, el animal parece estar siempre  por encima de la persona. Incluso, en enero de 2016 se llegó al extremo de que las organizaciones de Cáritas y Cruz Roja Española de la ciudad de Requena rechazaron ser beneficiarias de un festival taurino. Quizás los colectivos animalistas no soporten el hecho de que el mundo del toro siempre se haya caracterizado por su gran solidaridad, recaudando anualmente enormes sumas de dinero que se destinan a fines benéficos a través de festejos solidarios.  

A través de toda esta persecución, el movimiento animalista ha tratado de conseguir que la tauromaquia acabe convirtiéndose en un tabú social. En un tema “maldito” para la opinión pública, llegando a ser cuestionado socialmente mediante una polémica artificial, creada a caso hecho a través de una guerra sucia de procedimientos inaceptables. 

Las organizaciones antitaurinas comisionan encuestas de opinión cuyos resultados siempre les son sospechosamente favorables, aunque a veces resulten muy poco verosímiles. Un ejemplo reciente. En enero de 2016 se difundió una encuesta según la cual “el 84% de los jóvenes españoles de entre 16 y 24 años se avergüenzan de vivir en un país con corridas de toros”. Pues bien, según han informado algunos periodistas, la fuente que ha difundido esa encuesta pertenece a las propias organizaciones extranjeras financiadoras del movimiento antitaurino, que además se han negado a mostrar la ficha metodológica de la encuesta. Un caso muy sospechoso de manipulación estadística. 

Los colectivos animalistas continuamente realizan campañas de recogidas de firmas a través de internet persiguiendo objetivos prohibicionistas: suspensión de festejos, eliminación de programas de televisión taurinos, prohibición de la entrada en las corridas a menores, supresión de pequeñas ayudas, etc. Recientemente han intentado que Facebook permitiera denunciar y eliminar fotos taurinas, al igual como ocurre con imágenes de pornografía o de violencia. Sin embargo, el rigor metodológico de muchas de esas encuestas es nulo, pues cualquiera puede votar en ellas con un nombre falso, como han demostrado diferentes periodistas taurinos. 


La presión a gobernantes y legisladores es incluso reconocida en privado por algunos políticos, que explican que se trata de colectivos insistentes, que continuamente les mandan todo tipo de publicidad y propaganda antitaurina, y que se reúnen habitualmente con periodistas y políticos, consiguiendo con frecuencia que los partidos acaben cediendo, al no existir la misma presión por parte del sector taurino. 

Pues bien, desde hace tiempo, la intensa actividad de los colectivos animalistas hacía sospechar al sector taurino que detrás de todo este movimiento debía de haber gato encerrado. La actividad de las organizaciones antitaurinas incluye campañas, propaganda a través de email, publicidad de todo tipo, boicots turísticos y comerciales, presión política y legislativa, financiación de encuestas de opinión pública, etc. Y todo eso cuesta dinero. Efectivamente, detrás de todo este movimiento se esconden muchas cosas. Existe una auténtica mafia animalista, un negocio que maneja mucho dinero y que esconde intereses ocultos. Por suerte, todo ese oscuro entramado ya está siendo descubierto y sacado a la luz pública desde hace un tiempo. En el próximo apartado nos adentraremos en los verdaderos entresijos que manejan el movimiento animalista.   
Imagen de www.que.es